Fanfics de Hetalia
Fanfic, los cuales escribo, y también pueden pedir que escriba.
miércoles, 19 de julio de 2017
Bol/Nyo!Rus
Una historia basada en la vida real.
Todos los personajes Utilizados en esta historia son reales, solo se cambió los nombres (los cuales fueron reemplazados por personajes de Nyo!Talia y Latin Hetalia) para proteger a las personas que fueron utilizados para esta historia.
sábado, 3 de junio de 2017
ChiBol
Era un amor joven, que aun no se lograba entender del todo bien en corazón desbocado del chileno, el cual en estos momentos estaba al lado de su amigo, el cual solo se dedicaba al ver su celular, ya que las clases habían terminado temprano y no tenían ganas de ir sus casas en estos momentos.
- Manuel, crees que mi madre me vaya a dejar a la piscina - le comento, ya que el menor no sabia nadar muy bien, es mas nunca quiso hacerlo, ya le daba flojera aprender, después de todo de nada le servia si la carrera que iba a tomar era algo mas matemático.
- No lo se, pero tú quieres ir - Le respondió, mientras se sentía nervioso a causa de que él otro se acerco para hablarle, - Digo, tal vez pueda convencer a tu madre, diciendo que yo te voy a cuidar - después de todo era cierto, lo haría solo para estar a su lado en esos momentos de compañerismo.
- Me gustaría ir, aunque espero que no me dejes plantado, y yo ahí solo con los demás, sabes muy bien como son, tal vez en cualquier momento uno de ellos les de la gana de tirarme a la piscina - suspiro, y se acomodo en la banca - Ademas yo le prometí a una chica algo - le miro a los ojos inquisitivo.
- ¿Qué fue lo que le prometiste? - Miro a su amigo, ya que no creía que el otro este saliendo con alguien, o ya se lo habría dicho, pero tal vez si lo hacia, pero por vergüenza no dijo absolutamente nada.
- Bueno, le dije que te presentaría, después de todo ella quiere conocerte, y yo no soy nadie para negarme, ademas desde hace cuanto tiempo que no sales con alguien, aun recuerdo a tu ultima novia, y creo que ya paso mucho tiempo, ademas esa chica es muy linda, te va gustar apenas la veas - le dijo animado su amigo, a veces se le veía esas ganas de ser medio casamentero, pero había cosas que el boliviano no sabia y quizás no era bueno decirlo ahora, pero aun así quería estar al lado de su amigo.
- Esta bien - Suspiro, pero no podía hacer de otra, - Julio, puedo pedirte algo - esta vez se atrevió a ver a los ojos del moreno, esperando ser correspondido, pero no tardo en recibir la mirada del otro - Solo dime si.
- Esta bien, Si - le dijo esperando saber que era, para luego sonreirle, siendo amable porque era su amigo ademas era muy amable siempre y le ha hecho muchos favores, así que hoy le tocaba hacer un favor al otro - Dime que pasa.
- Bueno, quiero que ambos vayamos a la heladería y luego vamos a tu casa pedirle permiso a tu madre - Se sonrojo, porque no pensó lo que estaba por hacer.
- Claro, yo pensé que seria otra cosa - se levanto de la banca y dijo - Vamos, no perdamos el tiempo.
Y así ambos caminaron a una heladería cercana, el cual tenían una gran variedad, mientras se sentaban a esperar, Manuel se notaba muy inquieto, no estaba muy seguro, si lo que hacia estaba bien o no, pero no tenia de otra, eso era lo que mas quería, pero esto ese comportamiento extraño no paso desapercibido de su amigo que bien lo conocía como la palma de su mano.
- Te pasa algo Manuel - el boliviano no dejo de mirarlo, hasta que el otro volteo a verlo, para el moreno le era raro ese comportamiento, ya que siempre se comportaron con toda la tranquilidad del mundo, Manuel no era de verse inquieto, es mas era el mas tranquilo de los dos, - No espera, no me digas creo que ya se - tal vez fueron esa palabras las que el chileno pensó que seria una buena noticia, hasta que el otro siguió diciendo - No me digas que ya tienes novia y no me dijiste nada - Manuel, en ese momento, casi se golpea la cabeza contra la mesa en la cual estaban.
- Julio, no - Le respondió, ya que el otro tomo su mano, pensando que esa era la respuesta correcta - Es otra cosa. - Fue en ese momento en el cual el boliviano le miro demasiado, esperando obtener como sea la respuesta.
- No, no puedo, dime que pasa Manuel -, en ese instante el mesero les dejo las dos copas de helado que habían pedido, Julio no pensó mas y tomo la cucharilla para aquel helado - Dímelo, no seas mal amigo, o acaso hay una chica que te interesa, tal vez pueda hablar con ella, y quizás puedas hablar con ella.
- Julio, no es nada de eso, es solo otra cosa, primero come tu helado -, dijo tomando su propio helado, empezando a comer por bocanadas.
Casi no hablaron al comer, ya que ese momento era para concentrarse, o el helado podía derretirse, se notaba a Julio tranquilo y muy lindo o esos era los pensamientos de Manuel, nada malo había pasado, pero no se tardo mucho aquella tranquilidad fuera interrumpida, en especial cuando estaban a mitad del helado, y Manuel se estaba animando a hacer a lo que vino aquí con Julio.
Llegaron los del otro colegio, los cuales habían uno que otro desagradable, y también había otra persona la cual Julio siempre saludaba, ya que ellos dos se habían conocido en kinder, cosa que Manuel conoció a Julio cuando entro a primaria.
- Hola Daniel, ¿Como estas? - Saludo tan animado, el otro chico se acerco, alejándose de los que era sus amigos del colegio.
- Muy bien, Oye cuando vienes a mi casa para jugar una partida en el play - le dijo muy tranquilo y confiando, sin mirar al otro lado donde estaba Manuel, el cual los miraba, muy, muy atentamente - Sabes, que mi madre estaría encantada de verte de nuevo, ademas... - Siguió hablando, mientras se notaba a Julio muy feliz de la charla amena que tenia con el otro, no todos los días se podían ver, cuando Manuel ya había terminado su helado, Julio ya estaba derritiéndose todo, porque no paraba de hablar de todo y de nada, para Manuel fue algo que no le agradaba para nada, pero luego el otro se retiro, ya que solo habían comprado unos helado para llevar.
Luego el menor volvió a comer su helado - Se me derritió todo, creo que me lo voy a tomar como un batido - le dijo a Manuel.
- Como no se va derretir, si te la pasaste hablando todo el rato con ese, que ni sé como se llama - Le dijo, mientras ponía cara de aburrido, ya que esto no era lo que esperaba, mientras que Julio se tomaba todo el helado.
- Se llama Daniel, es muy amable, ademas es muy agradable verlo por aquí, hace ya tiempo que no voy a su casa, tal vez el domingo vaya - Dijo pensando en que haría.
-Si, claro Muy amable - le dijo mas para si mismo de forma despectiva, tono de voz que noto Julio, y miro a Manuel.
- Manu, porque no te cae Daniel, nunca te ha hecho nada, desde el día en que te lo presente, nunca vi le trataras de hablar un poco, él es amable y muy tranquilo, ademas de que también es atractivo -, con solo esas palabras, a Manuel no le agrado aun mas, y peor aun cuando el moreno le siguió hablando - Ademas has visto sus ojos de cerca, son verdes, son muy bonitos, nunca me trato mal, ademas nunca te trato mal a ti tampoco, porque no te agrada no le veo el sentido, si yo fuera mujer, puede ser que también me gustara -. fue solo en ese momento en el cual Manuel se levanto y dijo.
- Daniel aquí, Daniel acá, si tanto te gusta, ya cásate con él - le grito a Julio, el cual solo se quedo callado mirándole como no entendiendo que le pasaba a su amigo, fue hasta Manuel cayo de cuentas a lo que hizo, solo pudo decir lo siguiente - Lo siento Julio, no fue mi intensión, yo solo - No sabia como excusarse ante lo que hizo, y miro a todos lados, para luego tomar las fuerzas que podía, y atreverse hacer a lo que vino aquí con el otro, para hablar antes que el otro pudiera decir algo - Julio, yo siento celos, tengo celos de que nunca te diste cuenta, en que mundo vives, nunca te diste cuenta acaso - Tomo todo el aire que pudo para luego decir el voz alta - ¡Tú me gustas Julio! Ahora ya sabes porque termine con mi novia, porque ella se dio cuenta antes que yo mismo me de cuenta que a mi me gustabas tú.
Esas palabras fueron suficiente para hacer que ambos queden en un completo silencio, solo se podía ver al menor mirando a Manuel, sin quitarlo de la vista, porque la verdad era que el otro estaba algo impactado ante lo que había pasado, esto era algo que nunca lo pensó, pero ocurrió, de una manera un tanto extraña para el menor, pero de algún modo, el boliviano pudo salir del aturdimiento del momento, para luego con unas sencillas palabras terminar diciendo.
- Manuel, yo no pensé que tú estabas así, porque siempre fuiste mi amigo todo el tiempo - Aun se notaba que lo aquello era real o simplemente había un sueño extraño de su mente - Pero - De apoco se podía ver como Julio era el que se ponía nervioso - Yo nunca pensé que era por eso, el porque habías terminado por tu novia - Ahora se notaba ya los nervios porque no sabia como responder a todo esto, suspiro y tomo aire - Eres muy lindo Manuel, y me agradas como eres y todo - por debajo de la mesa jugaba con sus propias manos, sentía nervios, pero luego solo sonrió - Manu.
Julio se callo, ya que no sabia que hacer, la verdad no estaba preparado para esto, en ningún momento nadie lo preparo, y llevar a cabo algo que en esos momentos le daba nervios, solo hacia que todo se volviera mas complicado, aunque debía de ser fácil, pero luego Manuel hablo - Julio, dime yo a ti te gusto algo -, fue lo que le dijo no muy confiado de que las palabras fueran ciertas, o no, pero siempre existía aquel sentimiento de que quizás si pueda ser real.
- Si -, esa simple palabra basto, para que tanto ambos se sintieran nerviosos, y sus mejillas se sonrojaran, todo lo que ocurrió aquel día pareció ser extraño, pero muy lindo a la vez, quizás fue porque ambos siempre estuvieron juntos, quizás fue el paso del tiempo tiempo el cual hizo que ambos olvidaran aquel sentimiento de amistad, para obtener otro, algo distinto, algo que los cambio a ambos, el estar enamorados mutuamente.
Aunque no se quitaba de lado el hecho de que Manuel aun no le agradaba mucho Daniel, o quizás nunca le vaya agradar, pero si ahí estaban, los dos, no le pidieron permiso para ir a la piscina, pero si para ir a otro lado, donde por primera vez los dos pudieron darse un beso, su primer beso, producto del enamoramiento de ambos.
sábado, 27 de mayo de 2017
NedSpa
NedSpa - El amor cuesta
Casi todo el tiempo, casi toda la vida se ha visto aquel nombre el cual siempre se preocupaba del dinero de una manera a veces insana, pero no todo es así, solo el hecho de que alguien con aparente carácter duro y frío puede estar también preocupado por cosas que una persona normal lo haría, así como el hecho de estar al pendiente de su novio, el cual a diferencia de él era bastante opuesto a él, aunque aún existía cosas que casi nadie sabía de España.
Por cuestiones muy extraña ambos lograron tener una relación muy diferente, pero aun así ambos eran felices, en ese pequeño mundo, el cual construyeron a bases de su confianza.
Todo ese día pasaba muy tranquilo, la sonrisa del español producto de su pareja acaba de llegar con algo, que tanto él como varios vecinos de la zona nunca se esperarían, el holandés tenía entre sus manos unos tulipanes, y en otra mano una caja envuelta con un papel de regalo muy pomposo, eso solo significaba una cosa, su novio le había comprado algo de un valor material algo caro, esto sólo ocurría en pocas oportunidades, y como de costumbre de esos momentos diferentes, sabía que el rubio quería otra cosa, que el español no se lo negaría para nada.
Entraron en la sala y el moreno le daba besos a su pareja mientras caminaban, mientras el rubio sólo se dejaba, mientras tenía abrazado a su pareja con un brazo por la cintura del otro, cuando lo soltó, el otro salió corriendo a la cocina, ¿porque? Se preguntarán, bueno Antonio sabía que su pareja le gustaba lo que cocinaba, y esos regalos siempre eran el motivo por el cual sabía a la perfección lo que quería y deseaba.
No tardó mucho en cocinar, para luego ir al comedor y acomodar todo, puso un florero, y casi seguido llamó al holandés, el cual llegó con los tulipanes en la mano dejándolo en el florero, mientras el agua estaba en un punto perfecto, el español no tardó en pedirle con beso que se sentara, y así lo hizo, espero unos momentos y llego con la comida en el plato recién humeante por el calor que producían.
Cuando trajo su segundo plato para él mismo el moreno se sentó a su lado, y con una sonrisa en el rostro le dijo que podían empezar a comer, tal vez no se notaba pero en el interior el holandés estaba muy feliz, no todo debía terminar de una manera casi sexual, a veces momentos así costaba mucho conseguirlos, un momento de intimidad mientras el ambiente era tan acogedor, producto de la felicidad del amor que ambos sentían, enamorados como dos personas normales, quitando el motivo de ser países.
Porque el amor cuesta y es hermoso cuando tienes a la persona indicada a tu lado, aquella persona que te va sonreír aunque tú no tengas esa costumbre, pero te guste ver aquella sonrisa que te gusta ver todos los días que estas a su lado.